La escritura romana más antigua estaba compuesta enteramente de letras capitales. La variante más formal de ellas era una letra mayúscula (o capital, del latín caput) que actualmente denominamos “capital cuadrada” o simplemente “capital romana”, usada fundamentalmente para inscripciones en monumentos, por lo que es también conocida como scriptura monumentales.
Las letras capitales cuadradas romanas constituían una escritura mayúscula angular (litterae maiusculae), siendo a menudo escritas sin separación entre palabras (scriptura continua) o con un punto situado a media altura.
Las letras están construidas con reglas formales. Estas reglas proporcionan elegancia y distinción. Las mayúsculas cuadratas están caracterizadas por una geometría que se funda en las formas simples
del triángulo, el cuadrado y el círculo.
La escritura capital cuadrada se componía de grandes letras regulares escritas entre dos líneas paralelas virtuales, que sólo raramente superaban, que se caracterizan por líneas rectas, escasos trazos curvos, ángulos marcados y astiles gruesos que hacen contraste con otros estrechos, siendo rematados en sus partes finales con unos adornos llamados “serifs” que marcan y mejoran la apariencia de las letras tanto en su parte superior como en la parte inferior en la hipotética línea base del renglón sobre la que descansan.
Inscripción en la columna trajina. Año 113-114 d.C. |
Fuentes de referencia:
Grabado de Eric Gill basado en las letras capitales de la columna trajana. |